¡Hola Amiguis!
Mi nombre es Irina y soy la persona que está detrás de Manetes de Punt. Empecé este proyecto en el año 2020 como una manera de tener algo que hacer en mi tiempo libre y acabó siendo mi día a día.
Desde que empecé con esto vivo en una aventura constante en donde la creatividad es mi enemiga y mi aliada a partes iguales.
Las técnicas que domino son el ganchillo, el bordado y el punto de cruz. Y espero poder crecer y aprender mil técnicas más (¡En ello estamos!). Esta vida es un continuo aprendizaje, así que nunca dejaré de incorporar cosas nuevas en mi profesión.
Soy autodidacta, es decir, he aprendido y aprendo todas las técnicas yo sola con ayuda de mi ordenador y mis libros. Lo único que aprendí fue el punto de cruz. Mi abuela, modista de toda la vida, nos enseñó a mis primas y a mi cómo hacer dibujos con hilo y aguja y a mi, ese mismo día, se me abrió un mundo. Todo esto pasó cuando yo tenía 8 años. Es verdad que toda la vida me he criado entre hilos y agujas viendo a mi abuela coser y hacer cosas super bonitas con su máquina de coser. Y a mí, el simple hecho de verla me enamoraba. Eso sí, mi abuela es una virtuosa de la máquina de coser y yo... bueno, digamos que intento mantener una relación cordial con ella...
Iniciarme en el crochet fue mucho más divertido. Mi madre me trajo el primer fascículo de una colección de estas que empiezan todos los septiembres. La colección en concreto era: Ganchillo y Tricot Fácil. El objetivo de la colección era acabar haciendo una manta combinando las dos técnicas. Como yo siempre he sido muy fan de los jerséis de lana pensé que el tricot iba a ser lo que haría que de mis manos pudiesen salir esos jerséis. ¡Ilusa de mi! Empecé con el ganchillo y dije: ¿Pero esta técnica tan chula? Además, la colección venía con un DVD y entre algún fascículo y el DVD aprendí a hacer todos los puntos. No fue fácil pero me permitió ir haciendo alguna cosa.
Con el tiempo empecé a hacer bolsos de trapillo. Por aquella época ya pensé en abrirme mi propio negocio de bolsos de trapillo. Pero el síndrome de la impostora pudo conmigo y lo deje de lado. Aún así sabía que este mundo me gustaba.
Unos años más tarde descubrí el mundo de los amigurumis y se me abrió el cielo. Vi que con aguja e hilo podía hacer que mis manos crearan muñecos preciosos. He de reconocer que mis primeros muñecos fueron un poco desastres pero, ¡ey!, la vida trata de ir mejorando y aprendiendo. Y eso hice, mejorar la técnica, mejorar los patrones e incorporar detalles muy precisos en ellos.
En el año 2020, justo dos semanas antes de empezar la pandemia, abrí mi cuenta de Instagram para poder ofrecerle a la gente mi arte y mis manos. No fue mal porque viviendo la época que vivimos a mi me salían pedidos. En julio de ese mismo año, dejé mi trabajo de camarera y decidí apostar fuertemente por Manetes de Punt. Y desde ese momento la montaña rusa en la que vivo no deja de sorprenderme.
Así que nada amiguis, esta ha sido una pequeña de parte de la trayectoria de mi vida. Espero que en esta página web podáis encontrar lo que buscáis. Y si no lo encontráis, escribidme porque ya sabéis que mis manos y mi cabeza pueden ofrecer mucho más de lo que os puedo mostrar aquí. ¡LA CREATIVIDAD ES INFINITA!
Besos y abrazos.
Irina Sempere